Tenemos bien claro que un inquilino no puede hacer obras sin permiso en su piso de alquiler. Sin embargo, sí que puede hacer ciertas modificaciones, que parecen obras pero que no lo son. Ten en cuenta que, cuando termines tu contrato de alquiler, tendrás que devolver el piso tal y como te lo encontraste; pero no por ello tienes que renunciar a ponerlo a tu gusto. ¡Muy atento!

Paredes
Una mano de pintura, un original papel pintado o un vinilo especial darán color y vida a tus sosas paredes. Un cambio que es 100% reversible porque te permite volver atrás y dejar la superficie tal y como estaba en un principio si fuese necesario.
Suelo
¿El suelo no te gusta? ¡Hay solución! En el mercado actual existen diferentes posibilidades que te permitirán cambiar la apariencia de tu piso de alquiler sin necesidad de obras. Suelos autoinstalables como la tarima flotante de click o suelos vinílicos, entre otras opciones.
Iluminación
Cambiar la iluminación puede cambiar la forma de ver el piso completo. Crear nuevos puntos de luz o mover los existentes no tiene que suponer una obra. Incluso puedes cambiar los interruptores por unos más modernos, o sustituir las lámparas por otras que se ajusten más a tus necesidades.
Mobiliario
Si alquilaste sin muebles no hay problema, pero si necesitabas un piso amueblado puede que quieras darles un toque. En la cocina y en el baño, por ejemplo, puedes utilizar papel vinílico. Además, puedes intentar llegar a un acuerdo con el propietario para pintar las puertas, los muebles y armarios.
Si sólo quieres darle un toque original puedes cambiar los pomos o tiradores. Una cosa muy sencilla pero que puede cambiar el estilo por completo.