Para estar vital durante el día, es fundamental descansar y dormir bien. Sabemos que es importante cenar ligero para conciliar el sueño y la cafeína por la tarde puede retrasar la visita de Morfeo. ¿Algo más? El dormitorio es claveo. Un ambiente propicio facilitará el descanso, así que muy atento si quieres dormir como un lirón en tu piso de alquiler.
El ambiente: temperatura, humedad y luz
El ambiente es fundamental. Ni calor ni frío, ni excesiva humedad ni demasiado seco, ¿a oscuras o con luz? La mejor temperatura para dormir bien es entre 17 y 21 grados. Si la temperatura no es buena te levantarás con la sensación de que un camión te ha pasado por encima.
En cuanto a la humedad lo ideal es que esté entre el 50% y el 70%. El ambiente seco reseca la boca y dificulta la respiración, fundamental para un buen descanso.
Además, cuanto más oscuro sea tu dormitorio de tu piso de alquiler mejor estarás al día siguiente.
La cama
Fun-da-men-tal. La cama tiene que ser el paraíso del descanso en tu piso de alquiler, tiene que acogerte como una mullidita nube. Dentro de la cama tenemos que distinguir entre colchón y almohada. El colchón debe absorber la transpiración, evitar la pérdida de calor y adaptarse perfectamente a la anatomía de tu cuerpo.
En cuanto a la almohada, su objetivo es que tu columna vertebral tenga una posición natural durante la noche. Ni demasiado alta ni demasiada baja… Aunque esto ya depende de gustos lo más recomendado es buscar una almohada más bien baja y no demasiado blanda.
Ahora sí que sí, sigue estos consejos, enfúndate tu mejor pijama y siéntete como un oso al despertar de su hibernación cada mañana. ¡No habrá quién te pare!