Hora de independizarse, pero es que vivir sólo no es nada fácil. Hoy os hablamos de esas cosas que no sabías pero que a partir de ahora tendrás que tener muy en cuenta en tu día a día viviendo en tu piso de alquiler.
La dificultad de las facturas
Mientras vivías bajo el mismo techo que tus padres, las facturas no eran una preocupación en tu día a día. Pero ojo, a partir de ahora te quitarán el sueño, te sacarán canas y temblarás cada vez que encuentres una en tu buzón. Pero no acaba aquí la cosa, además de hacer malabarismos para pagarlas, necesitarás un master para entender su lectura: tarifa, alquiler de equipos, consumo… Mírala con calma, sabiendo dónde gastas podrás empezar a ahorrar.
Compartir manías
Si vas a compartir piso, asume que tendrás que compartir muchas cosas más. Convivir no es fácil, pero con tolerancia y respeto todo será mejor. Instaurar unas normas básicas de convivencia y sobre todo respetad el descanso y la privacidad de todos los inquilinos.
Los misterios de la ropa de casa
Tema más que difícil. ¿Cada cuánto se lavan las sábanas? ¿Y las toallas? ¿Qué hago con las cortinas? Seguro que son preguntas que no te habías hecho antes de independizarte… Las toallas tienen que pasar al cesto de la colada cada 3 o 4 usos, las sábanas cada semana y el resto de textiles decorativos, como cortinas, un par de veces al año.
Siempre hay algo que limpiar
Aunque parezca que todo está bien limpio, siempre, cada día habrá algo que necesitará un repaso. No queremos decir que tenga que estar todo el día con el trapo en la mano, pero no descuides ciertas cosas. Los filtros de la campana extractora, los zócalos, las baldas de los armarios, las juntas de la ducha… Todos los rincones de tu casa acumulan suciedad.