Atención a navegantes, post especial para inquilinos primerizos.
¿Te independizas? ¿La casa que con tanta ilusión compraste ya no es lo que necesitas? Si la respuesta es sí es más que probable que estés a punto de convertirte en inquilino. Antes de lanzarte a la piscina y firmar el contrato de alquiler, lee este post, te vendrá genial.
Responsabilidad
Recuerda que ser inquilino no es ningún juego, ser inquilino entraña una gran responsabilidad. Con un contrato legal y vigente de por medio, cualquier incumplimiento de las claúsulas podría convertirse en un proceso jurídico. Como inquilino deberás cumplir a pies juntillas todas y cada una de las condiciones contractuales que vas a firmar.
Plazos
Ser inquilino no es una responsabilidad sin más, es una responsabilidad con plazos. Cuando te conviertes en inquilino firmas un compromiso por un año, un año en el que serás el responsable último del inmueble. Pero no sólo eso, tendrás la obligación de comunicar las cosas en tiempo y forma, de respetar los vencimientos y los periodos impuestos.
Tu nueva casa
Cuando eres un inquilino tu piso de alquiler se convierte en tu casa, en tu nuevo hogar y tú por consiguiente en el soberano de ella. Como tal deberás cuidarlo respetarla y mejorarlo en todo lo posible. Cuando devuelvas la vivienda tendrá que estar en las mismas condiciones en las que se entregó, incluso mejores.
¿Se os ocurre algún consejo más para los inquilinos novatos? Contádnosla